Antonin Kraft (1749-1820) fue uno de los mas destacados violonchelistas de su época. Tras formar parte de la Hofkapelle imperial, en 1778, fue nombrado primer violonchelo de la orquesta de principe Nikolaus Esterhazy; alli en tablo amistad y estudio composición con Haydn, que le dedico su Concierto para violonchelo en re mayor. La disolución de la orquesta del principe en 1790 llevo a Kraft a Viena, donde si dominio del instrumento no tardo en llamar la atención. Ademas de protagonizar el estreno del Divertimento K 563 de Mozart (con el propio autor a la viola), Beethoven reparo en el para la parte del violonchelo de sue Triple concierto op.56. A kraft se le recuerda asimismo como miembro fundador del pionero Cuarteto Schuppanzigh, que estreno diverso cuartetos de Beethoven.
Como era de suponer, el Concierto en Do mayor de kraft (publicado en 1804) le sienta como un guante al violonchelo, pero no menos interesante resulta el control de la forma, propio de alguien que ha sacado buen partido a las enseñanzas de Haydn. La parte solista, siendo exigente, evita la pirotecnia y desprende lirismo ya el Allegro aperto inicial, se convierte en canto puro en el movimiento lento y se desmelena en el Rondo alla cosacca.
Completa el disco el Concierto en Si bemol de Carl Philipp Emmanuel Bach, el ultimo que le quedaba por grabar a Queyras con el Ensemble. Resonanz y Riccardo Minasi a la batuta. La interpretación sigue la llamada “tercera via” es decir, instrumentos modernos pera con un profundo conocimiento del estilo de la época en cuanto a sonoridad y fraseo. Las versiones son trepidantes, la tension y el entusiasmo son palpables en todo momento, el sonido es afilado y sin vibrato, sin que ello implique descuidar elementos como la elegancia y el calor lírico.